miércoles, 8 de agosto de 2018

Contrataciones de verano

Buenos días gentecilla

Sé que hace bastante que no escribo por aquí y es porque algo en mi vida me ha tenido muy descontrolada: las temidas y deseadas contrataciones de verano.

Cuando eres enfermera, acabas de salir de la carrera y quieres trabajar en lo público tienes dos opciones: que te llamen para verano y que te llamen para navidad. También puedes ser de las afortunadas que se cogen una baja, pero de las bajas quiero hablaros otro día.

Hoy quiero advertir a los pequeños pollitos que somos las enfermeras jóvenes de que no os fiéis de que tenéis un contrato hasta que no esteis trabajando en el lugar en cuestión. Y es que os voy a contar mi historia.

Mayo. Todavía no ha salido la bolsa de enfermería de mi comunidad autónoma, pero ya se sabe que va a haber trabajo. Pienso "este verano sí que sí, esta es la mía. Me pongo a trabajar en la privada, luego me llaman de la pública y este verano yo reviento pero gano un dineral". Me pongo a trabajar en la privada.

Junio. "Ya está, ya estoy totalmente adaptada a la residencia, que me llamen del Servicio Andaluz de Salud (en adelante SAS) cuando quieran". Sindicatos: "Uf, espera, que todavía no te llaman".

Julio "ME CAGO EN TODO DÓNDE ESTÁ MI BOLSA QUE TODAVÍA NO HA SALIDO, QUE YO ME VOY A DONDE SEA". Me llaman de Castilla La Mancha. "¿Quieres un contrato para empezar mañana?" "Sí" (Total, ya me apañaré, llevo toda la vida apañándome). Y ya está, me pongo a hacer la maleta porque al día siguiente a las 8 de la mañana empiezo a trabajar a dos horas de mi casa. Llamada de Castilla La Mancha. "Oye, que hay otra chica delante tuya, que muchas gracias pero que se lo ha pensado mejor y se lo queda ella". Deshago mi maleta.
Al día siguiente, SMS de Castilla La Mancha. "Si quieres un contrato de tres meses llama a este número". Llamo. "Vale, pues el viernes empiezas". Me llaman diez minutos después. "Oye, que había una chica delante tuya, que se lo queda ella". Entenderéis que aquí a mí ya me daba algo.
Jueves de la misma semana. Expongo el Trabajo de Fin de Máster. Me llaman "Hola, que si quieres mes y medio en tres centros de salud distintos en Jaén". "Sí" "Vale, trae mañana tus papeles". Ostras, esto se parece mucho a mi idea de doblar. No es exactamente como esperaba, pero me sirve. ¡Qué contenta estaba! Al día siguiente llevé mis papeles y llamé a los tres coordinadores de los tres centros de salud en los que iba a trabajar. Fui a conocer los centros de salud y ver mis consultas. Viernes. Me llama el Servicio Madrileño de Salud. "No, gracias, ya tengo un contrato en Andalucía, ¿cómo hago para ponerme como no disponible?" "Tranquila, ya te lo hago yo". Llamada del coordinador del primer centro de salud al que iba a trabajar "Oye, que empiezas más tarde". Llamada de la señora de personal "Que no te líe, que no empiezas más tarde, que es que no hemos hecho bien el proceso de selección y ese trabajo ya no es para ti". Me puse a llorar. Ya no podía más. En dos semanas me habían quitado tres contratos, uno de ellos cerca de mi residencia y que me permitía ganar bastante dinero. Entre lágrimas llamé a la señora de Madrid. "Oye, por favor, no me pongas como no disponible, que me acaban de quitar un contrato". "¿Quieres la baja que iba a darte? Tómala. Entiendo que no puedas venir mañana, empiezas el lunes. Acabo de llamar a otra andaluza para otra baja, si quieres te doy su móvil y buscáis piso juntas, que entiendo que será más fácil." El 16 de Julio empecé a trabajar en Madrid. Gracias Beatriz de personal por ser una persona buena y agradable.

Y así es como he terminado en Madrid, haciendo una baja. Si tengo suerte trabajaré bastante tiempo, si no el mes que viene estaré por tierras andaluzas. Lo que quería contaros es que este descontrol no lo he sufrido sólo yo.

Este descontrol se vive a diario por parte de muchos profesionales de la salud.
Por si os interesa, Jaén terminó dando los contratos según los Curriculum Vitae que dejaron en personal. La bolsa no salió hasta el dia 17 de Julio y se necesitaba tener los contratos dados para antes de ese día. La gente de la promoción de 2017 que quería trabajar allí ha tenido que coger contratos a última hora y de milagro trabajar un mes y medio. El jefe de urgencias del Carlos Haya, en Málaga, dimitió porque no tenía personal (https://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2016/07/14/presenta-dimision-jefe-urgencias-carlos/863544.html)
Castilla La Mancha no tiene personal como para llamar por orden, así que llama por tandas y si la de antes te quita el contrato no se puede hacer nada más.
Madrid está utilizando la bolsa sólo para dar bajas y dando las vacaciones (que se entiende que son contratos más cortos) por Curriculum Vitae. Aún así, las puntuaciones de bolsa no llegan al punto. Tienen tantos contratos que dar, que no dan a basto dándolos, llamando ni nada.

Y todo esto tiene un por qué: la falta de personal. Si no contratamos administrativos, las bolsas nunca van a salir a tiempo. Las enfermeras andaluzas nos distribuimos por todas las provincias de España buscando que nos dejen trabajar, que es lo que queremos, ya que nuestra bolsa nunca sale y cuando lo hace no es con la puntuación correcta. Ahora toca reclamar y esperar a que en enero de 2019 nos salga la puntuación con la que deberían habernos llamado en junio de 2018.

Si no contratamos a gente en los servicios de personal, no habrá nadie que de los contratos al personal asistencial.

Y por supuesto, si nadie nos contrata a nosotras, no podemos trabajar. Se alargan las listas de espera, se recrudece el trabajo en las plantas, se llenan las salas de espera. Y mientras somos muchas las que estamos en nuestra casa, esperando a que llegue el verano o la navidad para poder trabajar.

Os cuento esto desde el punto de vista de la administración, desde el punto de vista profesional y desde el humano. Para esto sirven los impuestos, no olvidéis pagarlos.