En esta nueva reseña os voy a hablar del que es uno de mis juegos favoritos, CV, de Devir. En este juego debemos crear paso a paso nuestro curriculum vitae para conseguir puntos de victoria y ser el jugador más exitoso a lo largo de su vida.
CV es un juego pensado para entre 2 y 4 jugadores, con una duración aproximada de 60 minutos. El juego incluye un tablero, dados, fichas con iconos y cartas, que se dividen en cuatro ciclos vitales: infancia, adolescencia, edad adulta y vejez.
En cada uno de estos ciclos tendremos situaciones acordes a lo que se vive en ellos: por ejemplo, en la infancia tendremos una bicicleta, en la edad adulta tendremos hijos y cuando seamos ancianos podemos cobrar nuestro plan de pensiones.
Además, tendremos las cartas de victoria. Estas cartas indican qué requisitos se han de cumplir para ganar puntos de victoria. Se reparte una a cada jugador y se dejan otras tantas boca arriba en función del número de jugadores.
¿Cómo jugar?
Para comenzar a jugar a CV debemos montar el tablero. Pondremos las cartas de victoria en sus respectivos lugares, y las diferentes etapas de ciclo vital boca abajo. Las cartas de infancia se reparten al principio de la partida, siendo el jugador inicial aquel que tenga la bicicleta. Posteriormente, del primer mazo (adolescencia) se sacan cinco cartas boca arriba, con las que se podrá comenzar a jugar.
En CV, el objetivo es conseguir tantas cartas como puedas de aquellas que necesites para conseguir puntos de victoria. Para ello puedes tirar los dados (en principio 4, pero puedes ir aumentando el número al comprar algunas cartas) y, con los signos que te salgan, comprar cartas.
Dados |
Por ejemplo, en la tirada de la imagen podríamos comprar una carta que tuviera hasta tres inocos de salud, una sonrisa, una bombilla y/o un símbolo del dolar.
El otro símbolo es el "mal rollo". Si en una tirada tienes la mala suerte de sacar tres malos rollos no puedes comprar cartas y debes deshacerte de una de las que ya tienes. Para compensar, si en una tirada obtuvieras tres caritas sonrientes podrías comprar con ellas la carta que quisieras.
El primer jugador tira los dados y, si puede, compra la carta que desee. Tras esto, se rellenan los huecos dejados en el tablero deslizando las cartas hacia la izquierda y sacando del mazo de adolescencia cartas nuevas y pasa el turno al siguiente jugador. Cuando sea de nuevo el turno del primer jugador, la carta más a la izquierda se descarta, se desplazan las demás hacia la izquierda, se rellenan los huecos y se sigue jugando.
Los turnos de los jugadores se suceden hasta que el mazo de adolescencia se acaba. Entonces se activan los servicios sociales, que dan una carta al jugador con menos cartas si este tiene menos de la mitad de cartas que el jugador con más cartas. Tras esto, comenzamos el mazo de edad adulta y seguimos jugando. Al terminar este ciclo vital, vuelven a aparecer los servicios sociales y entramos en la vejez, tras la cual termina el juego.
Al finalizar la tercera etapa, todos los jugadores deben contar sus puntos de victoria sumando los puntos de las cartas, los del objetivo propio y los objetivos comunes. Gana el jugador con más puntos de victoria totales.
Mis consejos
Las cartas de $ dan putos de victoria por sí mismas en la mayoría de los casos, tenedlo en cuenta.
Acumular tres :), aunque sean en fichas y no en dados, te da una carta por la cara (yo, la ingeniosa) por cada tirada.
No olvidéis las cartas de la mano, es muy fácil olvidarse de ellas porque desde la infancia las tienes ahí y ya ni te acuerdas, pero bien jugadas dan para mucho.
Cosas buenas: Los turnos son rápidos y no tiene mucho que pensar, por lo que se hace ligero. Además, los dados aportan variabilidad y hacen que el juego no sea siempre igual, como pasa con catán. Las cartas son muy ingeniosas, incluso los requisitos y lo que aportan (por ejemplo, en la edad adulta puedes tener gemelos, que te cuestan dinero y salud, pero te dan felicidad entre otras cosas). El juego es muy bonito y colorido. Además, trae hojas para facilitar el conteo de puntos y un lápiz. La caja se adapta a los materiales y se puede transportar muy bien.
Cosas malas: Ocupa bastante espacio. Además, perder un dado es un problema gordo, porque yo al menos no he encontrado ninguna tienda en la que conseguirlos.
Nota de Carmen: Un 9
Creo que no me dejo nada, pero si tenéis alguna duda estaré encantada de responderla en los comentarios.
Un saludo, ¡y hasta la próxima semana!
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