¿Cómo jugar?
En este juego, igual que los cerditos, hemos de construir nuestra casa, intentando hacerla lo más resistente posible. Para ello, tiraremos dados que nos darán la posibilidad de elegir puertas, ventanas o tejados de distintos materiales.
- Con dos dados que representen la misma parte de la casa (puerta, ventana o tejado), podremos coger esa parte hecha en paja.
- Con tres dados que representen la misma parte de la casa, podremos cogerla en madera.
- Y, con cuatro dados, podremos cogerla de ladrillo.
Podremos construir cuantas casas queramos y podremos tirar los dados hasta tres veces para intentar hacer la mejor combinación. Sin embargo, cuidado al tirar los dados, ya que si salen dos lobos (los dados con un lobo no se pueden volver a tirar) la jugada se paraliza y el lobo soplará (y soplará, y la casa derribará).
Aquel jugador que haya tirado los dados debe escoger una de las casas que un contrincante haya construido y girar la ruleta de lobo. El jugador tendrá que quitar de la casa elegida todas las partes que coincidan con el material que sople el lobo.
Elementos del juego |
Mis consejos
¡Las flores siempre son una buena opción!
Para jugar con niños yo prefiero la puntuación simple, pero con adultos se puede empezar explicando la compleja y no pasa nada.
Cosas buenas: Es un libro y a la vez un juego de mesa, ¿no es eso argumento suficiente? No es demasiado complejo ni apasionante, pero es justo lo que podemos pedir a un juego de mesa para niños. Los dibujos además son muy bonitos y los dados grabados y pintados, como a mí me gusta.
Cosas malas: Lo dicho, poco complejo y apasionante. Pero es por ponerle pegas, de verdad.
Nota de Carmen: Un 6
Creo que no me dejo nada, pero si tenéis alguna duda estaré encantada de responderla en los comentarios.
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