Para ambientarnos en este juego hemos de saber que el rey de Montfleury se ha propuesto tener un nuevo Senescal. Todos los jugadores quieren ser el elegido, y habrá un margen de cuatro días para elegir al afortunado. Nosotros no tendremos que hacer nada, sino que serán nuestros esbirros los que peleen por nosotros para conseguir nuestro triunfo.
¿Cómo jugar?
En primer lugar debemos escoger el color de nuestra familia. Cogeremos el escudo (en el que marcaremos los puntos de victoria) y nuestros monigotes.
Como ya hemos dicho, el juego se desarrolla en cuatro días, y cada uno de ellos tiene tres fases.
Primera fase: colocar esbirros.
Cada jugador debe colocar sus esbirros en una de las cinco zonas del tablero. Uno a uno, los jugadores van poniendo sus monigotes hasta llenar las zonas. Dependiendo del número de jugadores las zonas se llenarán antes o después, pero hemos de recordar que nuestro objetivo es hacernos con la mayoría de todas las zonas que podamos, ya que la mayoría de cada zona nos da acceso a una carta de ese mazo.
Segunda fase: jugar cartas
Siguiendo el orden de juego, cada participante juega una carta. Las cartas pueden ser de tres tipos: efecto inmediato, cartas de reserva y duelo.
- Si el jugador juega una carta de efecto inmediato, deberán llevarse a cabo sus efectos.
- Si el jugador juega una carta de reserva esta queda en la reserva hasta el momento de su uso. En la reserva sólo puede haber 8 cartas durante toda la partida (sin contar las especiales), que pueden ser renovadas.
- Si el jugador juega un duelo, deberá en primer lugar decidir con quién pelea. Cada jugador elige un arma o,si no tiene, luchar a puño limpio. Se tiran los dados y se ganan o pierden puntos de victoria en función del resultado.
Tercera fase: final del día
Cada jugador cuenta sus puntos, que se obtienen tanto por los duelos como por las cartas en la reserva. La partida acaba cuando un jugador llega a los 30 puntos al final de los 4 días, ganando el jugador con mayor puntuación.
Tablero montado con tres jugadores |
Cosas buenas: El juego en sí me parece estupendo. Los materiales son buenos, claros y bonitos, como podéis ver arriba. Aprender a jugar es muy fácil, las instrucciones están muy claras y con muchos ejemplos. Los duelos son lo más complicado, pero es verdad que con las instrucciones al lado se va pillando bien. Las ilustraciones son graciosas y acordes a la temática del juego.
Cosas malas: NO LO ENCUENTRO POR NINGÚN LADO
Nota de Carmen: Un 8.5
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